Kinesiología y Rehabilitación Deportiva

Una de las cosas que adoramos y practicamos bastante en TEMPLE DOJO, y es un sello que
nos caracteriza, es la aplicación de un entrenamiento basado en trabajo duro, en función de
métodos antiguos y fusionados con la base científica actualizada, solo que con escaza tecnología,
pero con alta creatividad y herramientas cotidianas.
Con esto, realizamos un sinfín de entretenidos ejercicios, que ponen a prueba nuestras
capacidades más ancestrales, y provocan el desarrollo y un cuerpo más adaptado a la naturaleza
en general, agregando el factor de Artes Marciales, lo que hace potenciarnos con un factor muy
importante… el Vigor.
Ejemplos de estos ejercicios son: Cortar leña o pegar con un Martillo grande un neumático
de tractor; Levantar, arrastrar o girar una rueda de tractor por varios metros; cavar con palas y
hacer agujeros en el suelo, entrenar con peso extra en el cuerpo y hacer caminatas o trotes en el
exterior del Dojo; Tirar con una cuerda objetos pesados; Endurecer manos y nudillos haciendo
golpes y flexiones de brazo con manos descubiertas. Además de ejercicios calisténicos con el solo
uso del peso corporal, etc. Un sinfín de cosas que vamos creando a medida que avanzamos
disfrutando de cada día de entrenamiento.
En este sentido del entrenamiento rústico, sabemos que es un sello personal, que es lo
que nos hace ser quienes somos. Es una forma estricta de entrenar y entretenernos al mismo
tiempo. De esta manera podemos llenarnos de energía, encontrar coraje para fortalecernos y
poder disfrutar al mismo tiempo de los entrenamientos de Artes Marciales asociados un
entrenamiento riguroso basado en lo esencial del ser humano, el trabajo.